La energía hidroeléctrica representa el 17% de la generación de electricidad en todo el mundo y no emite gases de efecto invernadero. Sin embargo, todavía tiene una buena cantidad de problemas con los que lidiar, que tienen muchos cuestionamientos sobre si vale la pena usarlo.
Si bien muchas personas tienen prisa por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y por una buena razón, no todas las fuentes de energía «limpia» son iguales. Un ejemplo perfecto de esto es la energía nuclear.
Produce cero emisiones, es confiable y es relativamente seguro considerando sus 60 años de historia. Sin embargo, hay muchas preocupaciones sobre la energía nuclear que han hecho que los ecologistas cuestionen su uso durante años.
Y ahora esos ojos están echando un segundo vistazo a la energía hidroeléctrica.
¿Cómo afecta negativamente la energía hidroeléctrica al mundo?
La energía hidroeléctrica no solo es perjudicial para los peces y otros animales salvajes acuáticos, sino que también afecta negativamente a las comunidades humanas.
Por ejemplo, la presa de Ilisu se inauguró recientemente en julio de 2019 y tendrá un grave impacto en el flujo de agua hacia Irán, Irak y Siria. Esto no solo amenazará la vida silvestre, sino que los humanos también sufrirán como resultado directo.
Esto crea tensión entre los países y, a medida que el agua se vuelve más valiosa, podría ser la causa de conflictos más graves.
La vida silvestre se ha visto afectada por las represas desde el principio. Destruyen los hábitats naturales cerca de los ríos y desplazan a las especies que dependen de ellos. Un ejemplo de esto son las garcetas.
La garceta es una especie de ave que se alimenta de peces migratorios y establece nidos en consecuencia. Sin embargo, las represas destruyen estos ríos y los eliminan como una ruta para los peces migratorios.
Hay muchas represas nuevas planeadas
Un factor importante que hace que mucha gente reconsidere la energía hidroeléctrica es la gran cantidad de represas para las que Europa tiene planes. De hecho, más de 8.700 nuevas centrales hidroeléctricas ya están planificadas o en construcción en Europa.
Esto se suma a las 21,387 plantas existentes que ya existen.
Si bien está claro que las plantas hidroeléctricas son generalmente aceptadas porque son energía limpia, esto tendrá un impacto serio en los hábitats fluviales.
El equilibrio es clave para las energías renovables
El truco con la energía renovable es tener diversidad. Hay múltiples fuentes de energía, como la solar y la eólica , que tienen mucho espacio para la expansión.
Además de esto, evitamos poner todos nuestros huevos en una canasta.
Por ejemplo, una de las grandes críticas a las energías renovables es su fiabilidad. Sin embargo, al distribuir de dónde proviene nuestra energía, podemos reducir el impacto cuando una parte falla.
La diversidad siempre es algo bueno, y el sector energético no es una excepción.