
Siete estados del oeste se han unido antes de un mandato federal para reducir el uso de agua durante la sequía de 19 años que ha asolado la región. Estos estados incluyen Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming.
A principios de marzo, el lago Mead había caído a 1,088 pies sobre el nivel del mar, pero una vez que alcance los 1,075 pies, el gobierno federal declarará escasez. Esto resultaría en restricciones de agua obligatorias para estos estados. La última vez que el agua alcanzó estos niveles fue en la década de 1960.
¿Qué está en riesgo?
Los niveles de agua del lago Mead son parte integral de estos estados. Para empezar, el lago Mead es el gran embalse creado por la presa Hoover. El agua proviene del río Colorado. Si los niveles del agua cayeran por debajo de los 950 pies, las turbinas de la represa Hoover ya no podrían generar electricidad. Esto provocaría una gran crisis energética en la zona y estos estados tendrían que depender de otras fuentes de energía menos respetuosas con el medio ambiente.
Peor aún, a 895 pies, el lago alcanzará el estado de «piscina muerta», lo que significa que no podrá fluir agua. Más de 40 millones de personas dependen del agua del lago Mead para su uso diario. Cortar este suministro de agua afectará a una gran parte de la población de los Estados Unidos. Puede aumentar significativamente el costo del agua en las áreas afectadas junto con una serie de otros problemas.
¿Qué está causando esta sequía?
Esto no debería ser una sorpresa, pero sin duda, el cambio climático es el factor más importante. Durante las últimas décadas, el área occidental de los Estados Unidos se ha vuelto mucho más calurosa y seca. Cuando combina estos factores, las sequías se vuelven más generalizadas y los incendios forestales se vuelven más comunes. Como prueba, 2018 fue uno de los peores años de incendios forestales , lo que respalda estas afirmaciones.
Esto también hará que el agua se evapore mucho más rápido de nuestras fuentes de agua dulce y eventualmente se secarán. La parte occidental de los Estados Unidos no es la única nación que enfrenta este problema. Inglaterra se enfrenta a un problema de agua similar, aunque también más grave.
Incluso si dejáramos de emitir gases de efecto invernadero al aire, el oeste de Estados Unidos continuaría calentándose y secándose debido al daño que ya se ha hecho al medio ambiente. Sin embargo, eso no significa que no debamos reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.
Una mejor gestión del agua es crucial
Muchos científicos han afirmado que el agua se volverá más escasa que el petróleo en el futuro y que los severos efectos del cambio climático solo acelerarán este resultado. Para prepararse mejor para este resultado, cada nación debe mejorar sus planes de gestión del agua. Reducir la cantidad de agua consumida ayudará a las generaciones futuras a sobrevivir.