Según un nuevo informe, entre el 10 % y el 60 % de las especies de peces estarán en riesgo a finales de siglo debido al calentamiento del agua. La estimación más baja es si nos adherimos al objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a 1,5 °C, pero ese objetivo es cada día más improbable.
Algunas de las especies en peligro tendrán un gran impacto económico. Algunos incluyen alimentos populares como el bacalao del Atlántico y el salmón rojo. Otros afectarán a la pesca deportiva como el pez espada.
Con más de 3 mil millones de personas que dependen del pescado como fuente principal de proteínas, esta es una grave amenaza para la humanidad.
¿Qué hace que los peces sean tan susceptibles al agua caliente?
La mayoría de los informes solo han estudiado peces adultos en el pasado.
Este informe se destaca del resto porque analiza los efectos del calentamiento del agua en todas las etapas de la vida de un pez. Los embriones y reproductores de peces (peces machos y hembras) son extremadamente vulnerables al calentamiento del agua durante la reproducción.
Por lo tanto, no pudieron sobrevivir para poner los huevos.
¿Por qué una brecha tan grande?
Un rango del 10% al 60% es bastante grande y eso se debe a que depende de ciertos factores.
La primera es si realmente podemos frenar nuestro problema de emisiones. Si no podemos, la temperatura subirá mucho más de lo que establece el Acuerdo de París. Así, las aguas se calentarán y afectarán a más peces.
El segundo es dónde se ubican ciertos peces que se ven afectados en la cadena alimentaria de sus respectivos ecosistemas. Obviamente, si un pez desaparece, algo más debe ocupar su lugar, pero no todos los peces tienen las poblaciones para hacer eso.
Así, dentro de cada ecosistema puede comenzar un círculo vicioso.
Otra cosa a considerar es que las poblaciones que podrían sobrevivir al cambio se verán afectadas por la sobrepesca. Con una población base más pequeña, la pesca se convierte en algo mucho más dañino.